El sensor de temperatura de escape es un componente crítico de los sistemas modernos de gestión del motor con las siguientes funciones:
Monitoreo de la temperatura
Mide continuamente las temperaturas de los gases de escape en el sistema de escape (por ejemplo, cerca de la salida del turbocompresor o del catalizador) y transmite datos en tiempo real a la unidad de control del motor (ECU).
Optimización de las emisiones y de la combustión
Proporciona retroalimentación basada en la temperatura para ajustar las relaciones aire-combustible, optimizando la eficiencia de combustión y reduciendo las emisiones nocivas.
Protección contra el sobrecalentamiento
Previene daños en componentes de alta temperatura (por ejemplo, convertidores catalíticos, turbocompresores) activando advertencias o ajustes del motor cuando las temperaturas superan los límites de seguridad.
Integración de datos
Envía señales a los sistemas auxiliares (por ejemplo, pantallas de parámetros, registradores de datos de vuelo) para el análisis y diagnóstico del rendimiento, particularmente en escenarios de ensayo o solución de problemas.
Principio de funcionamiento
El sensor utiliza típicamente materiales termoeléctricamente activos (por ejemplo, termopares o termistores) para convertir las fluctuaciones de temperatura en señales eléctricas proporcionales.Estas señales permiten un seguimiento preciso de las condiciones térmicas en todo el sistema de escape.
Lugares comunes de instalación
Montado en las tuberías de escape cerca del motor, en las salidas del turbocompresor o en los convertidores catalíticos.
Algunos vehículos utilizan múltiples sensores para un perfil térmico completo.
Persona de Contacto: Mrs. April
Teléfono: 86-18100162701